Desde la gerencia de INKO queremos expresar un agradecimiento profundo, sincero y de corazón a los equipos del Hospital Clínico Universitario de Málaga y del Hospital Regional Universitario Carlos Haya, por el trato, la dedicación y los cuidados recibidos tras el accidente sufrido por nuestro directivo Juan Carlos Pabón Agua.
En momentos de incertidumbre y preocupación, encontrar profesionales que no solo dominan su especialidad, sino que además ejercen su labor con humanidad, cercanía y compromiso, marca una diferencia inmensa. Queremos hacer una mención de agradecimiento especial al Dr. Jorge Mariscal, Dr. Antonio Leiva, Dr. Alfonso Queipo de Llano y Dr. Francisco Borja Delgado, profesionales de la unidad de Traumatología y Osteosíntesis, así como a Dr. José Martín Losilla, del área de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, y al conjunto de equipos médicos y asistenciales de ambos hospitales que han acompañado este proceso con profesionalidad, calma y una atención ejemplar.
Queremos dedicar también un agradecimiento muy especial al Dr. Manuel Vides, por estar presente desde el primer minuto, acompañando cada paso del proceso con cercanía, criterio y una implicación que va mucho más allá de lo profesional. Su apoyo constante demuestra que la amistad también se expresa así: estando, sosteniendo y acompañando cuando más se necesita.
Del mismo modo, agradecemos profundamente a Alejandro Valencia, gerente de Clínica Élite, y a todo su equipo de fisioterapeutas en especial a Carolina Sánchez por acompañar cada día esta auténtica carrera de fondo hacia la recuperación con cariño y entrega absoluta.
Gracias a vuestro conocimiento, a las horas de estudio, a la experiencia acumulada y a una vocación que se percibe en cada gesto, hoy podemos hablar de recuperación, de esperanza y de volver, poco a poco, a su estado físico previo.
Este mensaje es también un reconocimiento a la sanidad pública y a los profesionales de nuestro país, que cada día afrontan situaciones complejas con rigor, empatía y una calidad humana admirable. Personas que no solo tratan lesiones, sino que acompañan a quienes las sufren, ofreciendo seguridad y confianza en los momentos más difíciles.
Queremos poner en valor el enorme peso del equipo humano que hay detrás de cada intervención, cada decisión y cada palabra de apoyo. Vuestra implicación ha sido realmente importante, no solo en la recuperación física, sino también en la tranquilidad y el bienestar durante todo el proceso.
Desde INKO, y en nombre de toda la familia que formamos, solo podemos decir GRACIAS.
Gracias por vuestra dedicación, profesionalidad y compromiso. Nuestro agradecimiento es profundo y eterno. Vuestro trabajo salva, cuida y devuelve calidad de vida.